jueves, diciembre 13, 2007

don't say a word


..."cuando Dios te da un Don, también te da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse".

claro, hay gente que va por la vida derrochando generosidad y bondad -unos más, otros menos- y tristemente es a esa gente a la que tendemos a considerar como "estúpida" "tonta", "dejada", "abusada" -o la víctima perfecta-... porque a lo largo de su vida lo único que recibe es una patada en el trasero por parte de los demás. cuando mejor le va, es cuando simplemente no recibe nada.

creo que de inicio el planteamiento anterior esta incorrecto, puesto que la persona que es generosa y bondadosa lo hace sin esperar nada a cambio. el arrepentimiento (que explicaría una mínima parte de la frase inicial de Truman Capote) no tiene cabida en la mente de las personas asi, ciertamente, pero lo que puede hacer buen equipo con ello, es sin duda la capacidad de visión y la "mesura", que de los dones, es simplemente el mejor.

creo también, -y basado en los renglones anteriores- que hay cosas que es mejor callarlas. por qué nos es tan difícil hacerlo?.

la tarea se vuelca "difícil" cuando se trata de cosas que debemos callar porque son actos que pueden perjudicar a cualquiera que este a nuestro alrededor y en este sentido la respuesta es sencilla: son cosas que en primera instancia jamás debimos hacerlas.

he aqui la contraparte. jamás me he considerado una mujer que comete errores tomando decisiones incorrectas, no veo porque habría de empezar ahora. se, que cada una de las decisiones tomadas han sido las correctas en el momento que debieron ejecutarse, -fuera de contexto es evidente y obvio que pueden resultar absurdas- sin embargo lo que encuentro ausente, es mi capacidad previsiva. ese es mi error: no ser precavida y cuidadosa. pero es que también hay que tener cuidado con ello porque una dosis incorrecta, puede convertirte en una persona "miedosa", y con eso yo aún no tengo mi primer encuentro y espero no tenerlo jamás. el miedo es el precio que se paga por la pasión: una persona apasionada jamás siente miedo, no conoce ni la palabra, aunque ciertamente los griegos -en la concepción aristotélica- ya consideraban uno de los atajos más procurados a la ruina de los hombres, sus "pathos".

la lección: la "mesura" es sin duda el mejor. y lo mejor, es sin duda: don't say a word.

M

*source: wikimedia.com

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