domingo, julio 23, 2006

Arder en las llamas de la hoguera?

Puede uno en realidad, arder en las llamas de la hoguera cuando ha sido la vida la que ha dado un giro intencional moviéndome abruptamente de la posición que siempre había ocupado, hacia el otro extremo?...

Cuál ha sido mi responsabilidad en el hecho, y más apelando a lo descrito anteriormente: sólo el contenido de mi anhelo?... Mis recursos emocionales para la inversión en el giro, parecen emanarme como agua de un manantial natural y en dicho ámbito, nunca he sido una mujer que se preocupa por los negocios -aunque las advertencias de hacerlo han estado ya a la orden del día-. En definitiva, es precisamente debido a ello que mis empresas en el giro no dan siempre adecuados resultados. No obstante, la mayoría de las veces trato de dejar claro desde el inicio -en el clásico estudio de mercado- la oferta, la demanda, las necesidades a cubrir y aunque los precios no son mi fuerte y en realidad suelo ser paciente y tolerante cuando se trata de negociarlos, son precisamente éstos últimos los que terminan siempre sobre la mesa cuando ya la inversión está en marcha y los valores resultan incontrolables en un sube y baja desmedido que lo único que ocasiona, es una pérdida irrecuperable de lo invertido, la ausencia de ganancias y la pérdida de las reservas para cubrir las desaveniencias venideras.

El precio propuesto por la jugada actual se vislumbra simplemente... excelso... la oferta es sencillamente magnánima... Aunque las reservas económicas de mi banco emocional no han podido recuperarse del todo -y no lo harán pronto- de una devaluación devastadora, la opción que las está llevando al equilibrio parece ser el cambio de denominación de la moneda ofrecido por un inversionista único en su especie que está dispuesto a jugárselo todo... en un tablero donde las únicas salidas parecen leerse como: ¨ganar¨ o ¨morir¨. Esa frase de ¨toparse con la horma del zapato propio¨, cobra fuerza como nunca en este escenario: la intensidad de la disposición al riesgo, el centro del universo, la obsesión, el desenfreno, la pasión por perseguir los objetivos y el demostrarlo además, son sólo algunos de los valores que están sobre la mesa hoy que estoy sentada tratando de tomar un sorbo de vino y pensar... Lo que no concibo es en qué momento ¨alguien¨ supuso que podía ofrecerme tal propuesta si yo no estoy interesada... Lo que es peor, es que su oferta fue incluso una sorpresa para él mismo y parece transcrita del libro de mis deseos... Comienzo a creer, que por estar sumida en una retención brutal ante cualquier estímulo del exterior relacionado con ésto, he perdido el control de detalles mínimos a través de los cuales se han colado mi anhelo, mis necsidades y mis deseos y para quien está alerta, no es difícil percibirlos. El problema surgió, cuando los percibió un guerrero para quien no hay batalla que perder sino una guerra que ganar aún a costa del libre albedrío del territorio a conquistar, y esta pasión y desenfreno sólo puede emanarle a un ser humano en su condición de mujer.

Tomo conciencia de que el problema no es ¿qué haré?, eso está decidido. Es una propuesta como la más atractiva que he palpado, la más rotundamente denegada dado el contexto en el que se ha desarrollado y dado el pequeño detalle de que mi corazón no me pertenece, está a miles de kilómetros de aqui en la barriga del guardián de quien dispuso el propietario del mismo y bajo el nombre de Benneton -en estas condiciones, dificilmente dejara de pertenecerle poque es suyo, lo supo desde el inicio y lo tomó-. Sin embargo, la lección es que deberé tomar un doctorado en mercadotecnia, valores y sobre todo, políticas públicas en materia seguridad porque ésto último, jamás ha sido mi fuerte y lo que resulta peor, me erijo en la guardiana más ruda de la bóveda de mis reservas, cuando ésta está completamente vacía!, y complico el papeleo ante el inversionista que podría haber resultado simplemente el más adecuado.

Sugerencias?

Besos.

viernes, julio 21, 2006

How could this ever happened?

Aún no logro comprender si es que la vida va abriendo sus caminos, aquellos que te decides a atravesar conforme avanza tu caminar... o es que vas caminando por los senderos ya trazados para tu trayecto desde el inicio de tus primeros pasos... cuando en aquel inconsciente primitivo hiciste el bosquejo de lo que querías para tu vida.

A pesar del debate en mi interior, me inclino por la primera opción... la segunda implicaría no tener el control de tu propia vida y siempre he dado por hecho que el ser humano hace su propio destino y en mi experiencia continúo comprobándolo... Por tanto, complemento las palabras de un grande y afirmo que ¨sólo la causalidad hace posible la historia de vida¨...

Debe existir una relación directa entre lo que deseas y lo que obtienes -más alla de la simplemente obvia- ...no le encuentro otra explicación... Curiosamente mi frase preferida: ¨cuidado con lo que deseas porque indudablemente se te concederá¨... y eso es precisamente lo que trato de descifrar... en qué momento decidí que quería experimentar lo que me sucede en este momento?... Ya lo importante no es el ¨qué¨, sino el ¨cómo¨ lo decidí... bajo qué condiciones?... la respuesta está en mi y se que se esconde tras mi memoria resguardada además bajo la sombra de mis temores... Sin embargo, nunca imaginé cuan poderosos pueden llegar a ser los alcances de mi anhelo... y hoy, me sorprendí.

La queja permanente parece estribar en lo ¨inalcanzable¨ del ¨blanco¨ emocional... en lo ¨imposible¨ de la relación que de ello resulta y creo que esta vez, ha sido la vida quien me ha dado una lección a través de situarme en una posición clave en el tablero de juego en la que el ¨blanco¨ resulté ser yo misma... ¨blanco¨ para tomar conciencia de cómo todos mis temores más profundos, la base de mis excesos y aquellos deseos incluyendo los concebidos como imposibles, están tan concentrados en una jugada y yo a un paso de ejecutarla... La decisión es ahora sólo mía...: el ¨ïmposible¨, la ¨inalcanzable¨, aquél estímulo -por mínimo y lejano- tan avasallante de miles de sensaciones desconocidas, incontrolables y emociones desenfrenadas que aquel otro puede sentir por uno... soy ahora, yo... Tal experiencia, en definitiva no recuerdo haberla protagonizado jamás.

Mi ambición excedió esta vez, los alcances normales de un anhelo razonable, irrumplió abruptamente en el ¨sentido común¨ de lo posible y lo imposible marcando claramente la ¨no¨ distinción entre uno y otro, rompiendo toda barrera aún por sobre aquella negativa rotunda de posibilidad a la que siempre aposté: emocional, religiosa, cultural, de lenguaje, de pensamiento, de edad, de coincidencia, de gusto, de roce, de sensibilidad, de comunicación, de distancia, de tiempo, de sexualidad, de aroma, de ideales, de principios y valores, políticas, económicas, sociales, de raza, de objetivos, de preferencias y de género, etcétera... La soberbia de mi deseo desató la posibilidad de la concesión, no se si debido a la intervención divina o la conspiración del universo para que así sucediera... y me paralicé al comprender que el amor, el deseo y la pasión, -motivadores escenciales de la ambición- no se detienen a ver el color de la piel, el idioma, la geografía, la moneda, la edad, el sexo, la inteligencia, etcétera... tienen un idioma propio y existen por sí mismos. Eso no puede ser sino producto de una franca causalidad: el ser un humano.

A pesar de las conclusiones diversas de mi historia de vida emocional -de las cuales las negativas han sido un rico aprendizaje y un reto maravilloso-, (porque en lo que respecta al resto, debo reconocer que soy una mujer sumamente afortunada) y las experiencias que constituyen la escencia de mi ser, por más que el argumento que las ha caracterizado con frecuencia haya sido ¨yo no quería esto¨, desde la perspectiva en la que estoy situada en este momento puedo asegurar -con la cinta de los ojos ya arrojada en el suelo- que aunque había pensado lo contrario, siempre he conseguido lo propuesto... La clave ha radicado en lo deseado... no en lo obtenido, pues ésto último sólo sirve -y ha servido- a lo primero.

Hoy, reconozco que no ha habido ni hay precio que hubiese preferido y prefiriera pagar por lo que he podido experimentar, más que el que me ha costado hasta el día de hoy... En mi parámetro referencial ha sido sin duda el más elevado, pero aún así todo lo ha valido... lo más importante es que lo has valido tú, Pepino.

El asunto hoy se complica, la vida ha dado un giro intencional y me movió abruptamente de posición. El precio propuesto por la jugada actual se vislumbra simplemente... excelso... pero sin duda, la oferta es sencillamente magnánima... Aunque las reservas económicas de mi banco emocional no han podido recuperarse del todo de una devaluación devastadora, la opción que las está llevando al equilibrio parece haber sido acertadamente el cambio de denominación de la moneda, y no obstante aunque el miedo me mantiene paralizada y calculando cada movimiento... he perdido el control de detalles mínimos a través de los cuales se cuelan mi anhelo, mis necsidades y mis deseos y para quien está alerta, no es difícil percibirlos. El problema surge, cuando lo percibe un guerrero para quien no hay batalla que perder sino una guerra que ganar aún a costa del libre albedrío del territorio a conquistar.

Ratifico nuevamente, que el error nunca estuvo ni está en lo obtenido, estriba absoluta y plenamente en lo anhelado. El cuidado extremo al respecto, debe ser siempre la condición que prime en todo sueño marcado por el deseo.

Besos.

domingo, julio 16, 2006

Te lo habias preguntado?

Cómo puede ser, que un ¨algo¨ tan intenso, tan grande, tan desinteresado pueda surgir de la nada?, una cosquilla de hermandad que brotó de una coincidencia que no debió haber tenido lugar pero sucedió?...

Cómo alguien puede ser capaz de arrancarte una lágrima del corazón, punto desde el cuál tu ni siquiera tenías idea que podías llorar, sólo por sentirte tan incapaz de corresponder un sentimiento como el que te está brindando en ese momento... ese punto preciso en el que tomas conciencia de tu poca capacidad para amar y dejarte amar -sobre todo- cuando te sentías el más preparado para ello?...

Cómo alguien puede ser capaz de llenar un vacío tan marcado por el tiempo y la distancia, con una sonrisa amistosa, un roce de aliento en la espalda, una tierna mirada...? ...y recordarte que eres un ser humano que siente y tiene el mismo calor de hogar a la mano pero algunos ya hemos perdido la capacidad para poderlo apreciar?

Cómo puede alguien llorar porque te vas, a cinco días de haberte conocido?, esa manera tan particular que tienen algunos de demostrarnos su interés aún sin emitir una sola palabra...

Cómo puede alguien ¨inflar¨ tu corazón con el simple hecho de tocar tu mano y en una mirada transmitirte todo lo que siente por ti y demostrarte que se siente afortunado de haberte conocido y poder ser parte de ¨tu¨ experiencia de vida?

Cómo puede ser alguien capaz de transmitirte que te ama, sólo porque existes, porque llegaste, porque te cruzaste en su camino... porque eres y, asegurarte en un SILENCIO breve cómo nada hará que eso cambie?, que puedes ser lo que quieras y hacer lo que sientas, siempre estará ahi para ti?

Somos muchos los que solemos ponerle nombre a las emociones descritas, además de formalizar un pacto verbal acerca de la existencia de las mismas siempre y cuando la interacción mutua persista... pero muy pocos son aquellos que no necesitan emitir un solo sonido para hacértelo sentir... y viceversa...

Yo lo sentí hoy, y quiero compartírtelo... tantas cosas son las que en nuestro caminar vamos dando por hecho y les damos la cualidad de ya insignificantes... y son sin embargo y curiosamente los detalles tan pequeños que nos hacen sentir tan grandes cuando nos dejamos maravillar por ellos...

En un extracto como el que acabas de leer, fue que intenté plasmar la experiencia que viví en mi viaje a Medio Oriente... estar inmersa en una cultura misógina, religiosísima, pero donde todavía existe la unión familiar, el amor inconcidional y esa entrega tan desinteresada de las personas hacia uno, sólo por el hecho de que existes... te hace recordar cuan humano es el amor, lo atemporal -pues puede surgir en un segundo, tal cual como en un segundo te cambia la vida- y que como condición inherente a la especie, todos somos capaces de experimentarla. No obstante, pocas son las veces que nos detenemos a analizar nuestra capacidad de amar, y aunque parezca paradójico, dejarse amar es lo más difícil cuando existe una entrega total de parte de uno mismo hacia el otro... ¨dejarte querer¨ es muy fácil y no es a lo que me refiero, ...si lo has sentido sabes entonces de lo que hablo...

Lo has intentado?

Besos

viernes, julio 07, 2006

...y no me crees, cuando te digo que la distancia es el olvido, no me crees...

...y no me crees, cuando te digo que no habrá nadie que te quiera como yo...

¿En qué aspecto de la psique humana, recae el hecho de que algunos decidan optar por no conservar o procurar los lazos afectivos por más o menos fuertes que éstos sean o de índole cualquiera -o por lo menos que no lo demuestren-, cuando existe distancia y tiempo de por medio...? ¿será cuestión de las diferencias de personalidad? -que cómoda postura- o ¿será acaso responsabilidad de las circunstancias?... ¿es que el ser humano ama en función de su necesidad, no de la persona a quien se entrega?

De ser esta la respuesta, la realidad a asumir es devastadora... simplemente nos deja en un dilema peor respecto de los lazos que nos unen con otros en un momento determinado... y aún peor, que no es en realidad un sentimiento franco y permamente, y que la persona por la que se experimenta dicho sentimiento no influye en lo absoluto!, puede ser una u otra, ésta cambia, lo que no se modifica es el vínculo que nos atrae a las personas... Y no me parece justo, no a mi...

Creo y considero, que el ser humano es capaz de ver a la persona de quien inexplicablemente está atado, enamorado o enrollado por circunstancias de amistad, como es. Ciertamente en muchas ocasiones el sentimiento surgido es circunstancial y permanece toda vez que es fomentado por el contexto, las emociones involucradas son en ocasiones de suma intensidad, y en otras volátiles e insignificantes. Sin embargo, hay un sin numero de afectos que se fortalecen con la distancia y con el tiempo, y que mantienen al ser humano que los experimenta ilusionado de conservarlos. No debiera ser necesario hacer un recuento de aquello que nos gustaría conservar, y a quienes nos gustaría conservar en nuestras vidas, sin embargo parece ser una actividad frecuente hoy día y más cuando nos encontramos ante la ¨ausencia¨ que evidencia que ¨eso¨ ya no está.

Creo que la gente tenemos valor por nosotros mismos y de vez en cuando nos gusta sentirnos apreciados por aquellos a quienes amamos aún en el tiempo y la distancia, y la excusa más frecuente -de ¨así soy¨- ha comenzado a perder el valor. Lo más triste del caso, es que más alla del valor de credibilidad, es que lo que se pierde son kilos y kilos de afecto que son inevitablemente irrecuperables. Necesitamos perder para valorar?. El trabajo no es de uno... es de dos o más involucrados y la equidad es imprescindible, pues lo que esta en juego no es el que las demostraciones de afecto sean iguales, sino que aún en las diferencias, sean equitativas...

No perdamos el tiempo, yo te amo y te extraño y quiero hacerte saber que en este momento eres sumamente importante para mi y haré todo lo que esté en mis manos para que lo recuerdes cada día.

Besos.

martes, julio 04, 2006

...se muy bien que haras en sus brazos... ¿dime que hago yo?...

...la respuesta es tan sencilla... el problema es que la mayoría de las veces la comprende la razón pero no lo entiende el corazón. Hoy sabemos que el estado emocional es una combinación de químicos sujeta de modificarse -basta con trabajar sobre el condicionamiento y el área psicológica que la fomenta-... y que es el estado psicológico quien se encarga de decrementar la intensidad o promover el aferre a las vivencias dada su condición de goce... hoy sabemos que es adicción... no es ¨aquel¨, no es ¨ésta otra¨... ¨soy yo¨ y mi ¨capacidad creativa¨ y eso me hace enteramente responsable de todo lo experimentado, lo sentido, lo imaginado, lo simplemente vivido... La complicidad por parte de ¨el otro¨ está identificada también y existe como tal -las cosas no las hace uno solo- y radica en convertirse en parte del juego y corresponsable de los efectos que de éste resulten, por tanto ostenta el papel de ¨detonante¨ de lo que motiva nuestra decisión de experimentar -o no- la posibilidad, y las interacciones que se dan son el resultado de una realidad de dos, no de uno... Sin embargo, vivirla, es ya cosecha nuestra.

Pero, ¿de qué nos enamoramos realmente?... en mi caso, la respuesta había sido siempre la misma hasta hoy, aterradora además por su cualidad egocéntrica: nos enamoramos de la ¨imagen¨ que creamos nosotros mismos de ese a quien decimos amar, la introyectamos como la real y frecuentemente nada tiene que ver con lo que en verdad es el otro -y luego nos preguntamos por qué las decepciones son tan fuertes!-... Rara vez somos capaces de ver al otro por sí mismo y permitirle que nos maraville con lo que puede brindarnos sin que interfiera nuestra propia interpretación de las cosas que todo lo distorsiona. Somos nosotros mismos además, quienes marcamos la pauta de los puntos por los cuales queremos maravillarnos y todo aquello que se aleje de ese objetivo, es una falla, defecto o un error garrafal de su parte.

Pero también existe la contra parte... así como el otro ¨es¨ y yo ¨soy¨ en la realidad que hemos construido mutuamente y en la que existimos uno en función del otro -por ejemplo, no sería él o ella ¨la persona más amada¨ si yo no le pongo la cualidad, y yo no sería quizá la mujer más ¨admirada¨ si ella o él no me da esa cualidad, en ese contexto nuestro- coexistimos también como seres independientes de esa realidad, y terminamos también ¨siendo¨, en función de lo que les reflejamos a los demás: no tendríamos esa cualidad de ser una buena amiga si nuestros amigos no nos la brindan, no seríamos esa persona exitosa, si no nos dan los demás tal cualidad y eso es real. Así, somos tanto sensibles a la mutua realidad construida, como a esa ajena a esta última... y somos capaces de afectarnos el uno al otro tanto en una como en otra -aunque a ninguna de las dos partes les agrade asumir tal responsabilidad- y eso es inevitable.

Alguna vez alguien sabio, con un recorrido incalculable ya en esto de la madurez emocional, a quien amo profundamente y con quien siempre estaré en deuda gracias a su contribución en mi proceso de madurez, me escribió: ¨...de tu fascinación nace mi imperfección...¨ y esto es parcialmente cierto... aplicamos el principio eclesiástico de que Dios nos hizo a imagen y semejanza, a quienes amamos para hacerlos a imagen y semejanza nuestra y las cosas no son así. Ya una persona es bastante ¨defectuosa¨ por sí misma como para que todavía lo sea en nuestra imagen construida... Bajo este principio, tal cual lo augura la historia de la humanidad porque así ha sido siempre, el trayecto compartido en pareja será una película de decepciones fatales... y no se trata de ir por la vida sobreviviendo, sino ser un superviviente y avanzar.

En ocasiones también me ha quedado la duda de si a lo que nos aferramos no es simplemente más que al espejo que materializa el otro en su persona, que nos refleja una imagen de nosotros mismos a la que no estamos dispuestos a renunciar, y la idea -mezclada con esto de las adicciones- no me parece nada descabellada. Ese discurso de ¨When I look at u.... I see ¨me¨¨... es aunque aterrador, muy cierto. Me sitúa por tanto, en una reflexión muy primitiva que me lleva a revisar los apuntes de mi memoria sobre ese narcisismo primario-recordemos que Narciso en la mitología griega, estaba enamorado de su propio reflejo-, experimentado cuando al nacer, suponíamos de manera sensorial que el mundo era simplemente parte de nosotros, no viceversa... y es que algo similar sucede con las decepciones amorosas, la crisis que sufre el bebé cuando toma conciencia de que el mundo no es parte de él sino que es él quien es parte de un todo más complejo es avasallante, y es apartir de ahi y del proceso de esa información que comienza a definirse y a adquirir una identidad propia que le diferencia de los demás, a ser ¨alguien¨ y a actuar en consecuencia. Cuando estamos en una pareja a quien convertimos -muy a pesar de la responsabilidad que el otro esta dispuesto a asumir- en nuestro universo entero, lo que experimentamos es una regresión tan brutal que vivimos como aquella primera, somos por fin ¨alguien¨ diferenciado de los demás con una identidad creada a partir de ello. El infortunio que experimentamos al perder a ese ¨otro¨, es precisamente el que con él se lleva lo único que somos....

El resultado de vivir dicha crisis -que a todos invariablemente nos llegará en su momento, si tu que lees ya la viviste, entonces sabes de lo que hablo-, es precisamente tomar conciencia de que nosotros existimos aún a pesar de ese a quien amamos y a pesar de los demás -aunque sea de éstos de quienes obtengamos el refuerzo de nuestra personalidad y no podemos evitarlo dado que todos nuestros actos estan orientados a ¨ser¨ ante los demás- y debemos comenzar a construir una identidad propia a pesar de ellos -iniciar desde cero no es nada fácil, pero la tarea bien vale la pena-... y como me lo dijo alguien a quien adoro ¨no necesitas que te rompan el corazón para darte cuenta de ello, para saberlo¨, inevitablemente es algo de lo que no tomamos conciencia hasta que no estamos levantando los fragmentos en los que se ha quebrado nuestro corazón... hasta cuando nos dejan aparentemente ¨sin nada¨, a la deriva, sin sentido y sin nisiquiera saber quiénes somos.

Conclusiones:
1. Hay que trabajar en nuestro condicionamiento biológico, sin atentar contra las tendencias que nos marca nuestra herencia genética.
2. Hay un punto de crisis en la vida que marca que antes de él, la mayoría de las veces nos enamoramos de la imagen que construimos del otro e introyectamos como real. Las decepciones son en muchas de las ocasiones encontronazos que tienen lugar cuando se contrapone nuestra imágen del ser amado, y la persona tal cual es.
3. No por la nuestra creación de una imagen del otro, éste deja de tener defectos y cualidades propias aun a pesar de nuestra existencia, que son capaces de afectarnos. El otro no deja de ser corresponsable en la realidad mutua construida y en aquella ajena a ésta.
4. Muy posiblemente, estemos aferrados al espejo que el otro en su persona materializa y al reflejo de nosotros mismos en él. Puede que sea tantísimo lo que nos gusta, que no estamos dispuestos a renunciar a esa imagen y que es finalmente lo que le da sentido a nuestra existencia y coadyuva de manera decisiva a la construcción de nuestra identidad....

Qué es el ser humano, si no un viajero eterno en la búsqueda de su identidad... y qué hace el ser humano, sino ocupar escenarios diversos a través de los cuales intente buscarse y encontrarse a sí mismo... Si tan sólo fueramos capaces de concientizar que la identidad no es una sola, sino un proceso dinámico que se adapta a las vivencias que vamos experimentando, no cambia, mejora, evoluciona... La evolución es entonces, la cadena eterna a la que estaremos sujetos dada nuestra condición humana, marcada por esa necesidad de buscarnos a nosotros mismos que estará condenada a no encontrarse jamás.

Besos.

Ps. Una reflexión motivada y dedicada a ti. Te quiero Nena.

domingo, julio 02, 2006

...podria coger cualquier autobus con tal de un beso mas...

... pero, y si ya no?.... ¿y si depronto no hubiese una motivación interior que me arrastre con la brutalidad que solía hacerlo a correr tras de tí?... tal como si todo pareciera cambiar ¨de pronto¨... ¿Y si de pronto sintiera un ¨no te necesito ya¨?, que fácil sería la vidaaaa!, pero ¿dónde está entonces la base del ¨aferre¨ y el apego a los objetos y a las personas?... ¿por qué reproducimos la misma realidad una y otra vez como si fueran pasadas de ¨mala suerte¨?..., porque queda claro que el ser humano tiene una tendencia hacia la negatividad y el victimismo sumamente evidente y además, aprendida dada la realidad que hemos venido experimentando!.... Increíble sería que pudieramos reproducir las tendencias positivas...

El problema para la física cuántica, la neurobiología y las matemáticas parece ser más sencillo de lo que nos pensamos, lo difícil es hacer algo al respecto. La realidad la interpretamos en base a nuestras experiencias previas, los pensamientos, las ideas y los sentimientos que han permitido a través del tiempo, que nuestro cerebro construya los conceptos y modelos para interpretar la realidad, y que reafirme o descarte nuestras reacciones emocionales a las experiencias presentes y futuras. Lo interesante del caso, es que siempre parecemos caer en lo mismo!... Diversos científicos, aseguran que ésto se debe a nuestra adicción emocional que además de ser ya un condicionamiento motivado por nosotros mismos -a nivel fisiológico-, tiene base tanto psicológica -de goce-, y biológica -de reproducción a nivel del organismo-. Es decir, nuestra tendencia a experimentar ciertas emociones está fundamentada en una adicción que provoca que afectemos la realidad de manera tal que nos situemos en circunstancias que satisfagan esa adicción: atraemos situaciones que nos brinden vivencias que satisfagan nuestra necesidad adictiva.

La situación es la siguiente. El cerebro procesa 400 mil millones de bits de información por segundo, y sólo somos conscientes de 2 mil... recuerda obvio lo que le conviene -pero porque ya le hemos predispuesto a ello-, y es de esa manera como tiende a interpretar la realidad futura, esa realidad que ya está contaminada por las experiencias anteriores y que además, nos hace tender a vivir experiencias muy específicas... que casualidad, casi siempre todas son iguales!: ¨los hombres son un asco!¨ ¨y las mujeres peor¨... o el típico ¨no tengo suerte con nada¨-. El punto aqui es que, las emociones son sólo sustancias químicas que se producen cuando nos encontramos ante una experiencia que requiere que la fábrica se ponga en marcha (el hipotálamo, que fabrica ciertas sustancias químicas correspondientes a las emociones que experimentamos). A la parte psicológica, le corresponde la responsabilidad del goce que se experimenta con la vivencia -o el rechazo a la misma-. Hay sustancias químicas para la ira, para la tristeza, para el victimismo, la lujuria -los adictos al sexo-, para cada estado emocional que experimentamos, y las células que conforman nuestro organismo tienen memoria propia y receptores que, ante determinada vivencia se activan para experimentar el estado emocional del momento. En este sentido, no es que caigamos siempre en lo mismo, es que somos adictos a la sensación que nos produce atravesar por experiencias determinadas -la heroína y nuestras emociones usan los mismos receptores celulares! imaginen si no seremos adictos!- y nuestro cerebro, tiende a reproducir la emoción que se da como respuesta ante la experiencia ya por ¨default¨. Para colmo, las células con memoria propia, al reproducirse -valga la redundancia- reproducen esa memoria y caeremos inevitablemente en las mismas circunstancias.

Una posibilidad, es considerar a la realidad material como una gama de posibilidades donde lo que ya damos por hecho, son sólo tendencias que podemos modificar en cualquier momento, como en el ajedrez: la jugada previamente planeada puede ser cualquiera que elijamos... en este caso ésta está determinada por las probabilidades matemáticas que nos darán el triunfo; en el caso de nuestras reacciones, los actos que las componen están determinados por el grado de adicción a la emoción que se experimenta. La explicación de esta reflexión, tiene la finalidad de que podamos entender el por qué siempre parecemos -aun a pesar de nuestro razonamiento-, elegir las mismas jugadas y aparecer depronto como por arte de magia inmersos en las mismas circunstancias de vida de las que parecíamos haber querido huír siempre, o por qué siempre terminamos ¨enganchados¨ al mismo tipo de personas. Sin cuestionarnos más alla ni sobre el dolor- de base bioquímica también identificada-, la violencia y las posibilidades de los -por ejemplo- asesinos en serie para afectar su realidad, parece ser ésta una sencilla explicación, que a muchos puede verdaderamente dejarnos satisfechos.... La tarea, es reenovar nuestras ideas y concebir la opción de posibilidades diferentes asumiendo de antemano, que a lo que somos adictos es simplemente a la experiencia propia.

El reto de la vida no es la acumulación de información... sino vivir el misterio...

Besos

P.S. Gracias a la fuente: ¨What the bleep do we know?¨