viernes, julio 21, 2006

How could this ever happened?

Aún no logro comprender si es que la vida va abriendo sus caminos, aquellos que te decides a atravesar conforme avanza tu caminar... o es que vas caminando por los senderos ya trazados para tu trayecto desde el inicio de tus primeros pasos... cuando en aquel inconsciente primitivo hiciste el bosquejo de lo que querías para tu vida.

A pesar del debate en mi interior, me inclino por la primera opción... la segunda implicaría no tener el control de tu propia vida y siempre he dado por hecho que el ser humano hace su propio destino y en mi experiencia continúo comprobándolo... Por tanto, complemento las palabras de un grande y afirmo que ¨sólo la causalidad hace posible la historia de vida¨...

Debe existir una relación directa entre lo que deseas y lo que obtienes -más alla de la simplemente obvia- ...no le encuentro otra explicación... Curiosamente mi frase preferida: ¨cuidado con lo que deseas porque indudablemente se te concederá¨... y eso es precisamente lo que trato de descifrar... en qué momento decidí que quería experimentar lo que me sucede en este momento?... Ya lo importante no es el ¨qué¨, sino el ¨cómo¨ lo decidí... bajo qué condiciones?... la respuesta está en mi y se que se esconde tras mi memoria resguardada además bajo la sombra de mis temores... Sin embargo, nunca imaginé cuan poderosos pueden llegar a ser los alcances de mi anhelo... y hoy, me sorprendí.

La queja permanente parece estribar en lo ¨inalcanzable¨ del ¨blanco¨ emocional... en lo ¨imposible¨ de la relación que de ello resulta y creo que esta vez, ha sido la vida quien me ha dado una lección a través de situarme en una posición clave en el tablero de juego en la que el ¨blanco¨ resulté ser yo misma... ¨blanco¨ para tomar conciencia de cómo todos mis temores más profundos, la base de mis excesos y aquellos deseos incluyendo los concebidos como imposibles, están tan concentrados en una jugada y yo a un paso de ejecutarla... La decisión es ahora sólo mía...: el ¨ïmposible¨, la ¨inalcanzable¨, aquél estímulo -por mínimo y lejano- tan avasallante de miles de sensaciones desconocidas, incontrolables y emociones desenfrenadas que aquel otro puede sentir por uno... soy ahora, yo... Tal experiencia, en definitiva no recuerdo haberla protagonizado jamás.

Mi ambición excedió esta vez, los alcances normales de un anhelo razonable, irrumplió abruptamente en el ¨sentido común¨ de lo posible y lo imposible marcando claramente la ¨no¨ distinción entre uno y otro, rompiendo toda barrera aún por sobre aquella negativa rotunda de posibilidad a la que siempre aposté: emocional, religiosa, cultural, de lenguaje, de pensamiento, de edad, de coincidencia, de gusto, de roce, de sensibilidad, de comunicación, de distancia, de tiempo, de sexualidad, de aroma, de ideales, de principios y valores, políticas, económicas, sociales, de raza, de objetivos, de preferencias y de género, etcétera... La soberbia de mi deseo desató la posibilidad de la concesión, no se si debido a la intervención divina o la conspiración del universo para que así sucediera... y me paralicé al comprender que el amor, el deseo y la pasión, -motivadores escenciales de la ambición- no se detienen a ver el color de la piel, el idioma, la geografía, la moneda, la edad, el sexo, la inteligencia, etcétera... tienen un idioma propio y existen por sí mismos. Eso no puede ser sino producto de una franca causalidad: el ser un humano.

A pesar de las conclusiones diversas de mi historia de vida emocional -de las cuales las negativas han sido un rico aprendizaje y un reto maravilloso-, (porque en lo que respecta al resto, debo reconocer que soy una mujer sumamente afortunada) y las experiencias que constituyen la escencia de mi ser, por más que el argumento que las ha caracterizado con frecuencia haya sido ¨yo no quería esto¨, desde la perspectiva en la que estoy situada en este momento puedo asegurar -con la cinta de los ojos ya arrojada en el suelo- que aunque había pensado lo contrario, siempre he conseguido lo propuesto... La clave ha radicado en lo deseado... no en lo obtenido, pues ésto último sólo sirve -y ha servido- a lo primero.

Hoy, reconozco que no ha habido ni hay precio que hubiese preferido y prefiriera pagar por lo que he podido experimentar, más que el que me ha costado hasta el día de hoy... En mi parámetro referencial ha sido sin duda el más elevado, pero aún así todo lo ha valido... lo más importante es que lo has valido tú, Pepino.

El asunto hoy se complica, la vida ha dado un giro intencional y me movió abruptamente de posición. El precio propuesto por la jugada actual se vislumbra simplemente... excelso... pero sin duda, la oferta es sencillamente magnánima... Aunque las reservas económicas de mi banco emocional no han podido recuperarse del todo de una devaluación devastadora, la opción que las está llevando al equilibrio parece haber sido acertadamente el cambio de denominación de la moneda, y no obstante aunque el miedo me mantiene paralizada y calculando cada movimiento... he perdido el control de detalles mínimos a través de los cuales se cuelan mi anhelo, mis necsidades y mis deseos y para quien está alerta, no es difícil percibirlos. El problema surge, cuando lo percibe un guerrero para quien no hay batalla que perder sino una guerra que ganar aún a costa del libre albedrío del territorio a conquistar.

Ratifico nuevamente, que el error nunca estuvo ni está en lo obtenido, estriba absoluta y plenamente en lo anhelado. El cuidado extremo al respecto, debe ser siempre la condición que prime en todo sueño marcado por el deseo.

Besos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si bien dicen: "Ten cuidado con lo que deseas porque se te puede conceder".
Lo que no es claro es si el deseo era estar con alguien más o con ella.
Bueno, de todas maneras se nota que aún la amas, a ella tu Pepino.

Anónimo dijo...

Pepino?... nunca habia deseado algo tanto en mi vida como estar en su lugar... ¿quién es pepino?... y apenas hoy lo reconozco...
Pepino, u´r lucky, this woman is completely urs... and everybody want´s her...

Anónimo dijo...

La pregunta de los 64,000...

Qué vas a hacer?, te decidirás a realizar la jugada? ¿tienes claro lo que estás por hacer?... a una mujer con tu pasión por las cosas no se le puede detener eso está claro, pero en este caso un movimiento de esa magnitud tendrá sin duda consecuencias que ¿ya has imaginado...?

Estaré al tanto del To b continued... ésto debe ser material de tu próxima novela porque si no, haré mi debut como escritor y la empezaré a escribir yo..

Cuidate mucho...

Anónimo dijo...

Sis!

Leo todo esto y acabo de confirmar definitivamente que la energía que erradiamos es absorvida por los demás de una manera increíble. Las fichas se van moviendo solas hasta llegar a completarse la jugada maestra por default.

Yo que soy partícipe de esta historia y otras mas de tu vida puedo decir que esto es para flipar!! El to be continued lo dirá todo... Cuando escribas tu libro seré la primera en leerlo, sino es que antes estamos ardiendo en las llamas de la hoguera.

In shala!!