viernes, julio 07, 2006

...y no me crees, cuando te digo que la distancia es el olvido, no me crees...

...y no me crees, cuando te digo que no habrá nadie que te quiera como yo...

¿En qué aspecto de la psique humana, recae el hecho de que algunos decidan optar por no conservar o procurar los lazos afectivos por más o menos fuertes que éstos sean o de índole cualquiera -o por lo menos que no lo demuestren-, cuando existe distancia y tiempo de por medio...? ¿será cuestión de las diferencias de personalidad? -que cómoda postura- o ¿será acaso responsabilidad de las circunstancias?... ¿es que el ser humano ama en función de su necesidad, no de la persona a quien se entrega?

De ser esta la respuesta, la realidad a asumir es devastadora... simplemente nos deja en un dilema peor respecto de los lazos que nos unen con otros en un momento determinado... y aún peor, que no es en realidad un sentimiento franco y permamente, y que la persona por la que se experimenta dicho sentimiento no influye en lo absoluto!, puede ser una u otra, ésta cambia, lo que no se modifica es el vínculo que nos atrae a las personas... Y no me parece justo, no a mi...

Creo y considero, que el ser humano es capaz de ver a la persona de quien inexplicablemente está atado, enamorado o enrollado por circunstancias de amistad, como es. Ciertamente en muchas ocasiones el sentimiento surgido es circunstancial y permanece toda vez que es fomentado por el contexto, las emociones involucradas son en ocasiones de suma intensidad, y en otras volátiles e insignificantes. Sin embargo, hay un sin numero de afectos que se fortalecen con la distancia y con el tiempo, y que mantienen al ser humano que los experimenta ilusionado de conservarlos. No debiera ser necesario hacer un recuento de aquello que nos gustaría conservar, y a quienes nos gustaría conservar en nuestras vidas, sin embargo parece ser una actividad frecuente hoy día y más cuando nos encontramos ante la ¨ausencia¨ que evidencia que ¨eso¨ ya no está.

Creo que la gente tenemos valor por nosotros mismos y de vez en cuando nos gusta sentirnos apreciados por aquellos a quienes amamos aún en el tiempo y la distancia, y la excusa más frecuente -de ¨así soy¨- ha comenzado a perder el valor. Lo más triste del caso, es que más alla del valor de credibilidad, es que lo que se pierde son kilos y kilos de afecto que son inevitablemente irrecuperables. Necesitamos perder para valorar?. El trabajo no es de uno... es de dos o más involucrados y la equidad es imprescindible, pues lo que esta en juego no es el que las demostraciones de afecto sean iguales, sino que aún en las diferencias, sean equitativas...

No perdamos el tiempo, yo te amo y te extraño y quiero hacerte saber que en este momento eres sumamente importante para mi y haré todo lo que esté en mis manos para que lo recuerdes cada día.

Besos.

2 comentarios:

kiradb dijo...

que bonito escribe comadre. da mucha melancolia sus palabras. es como una llamada de atencion bonita. susurrante. aqui tambien la queremos mucho su sobrino y yomera. le deseamos la mejor de las experiencias en jordania. stay safe. kira x

Anónimo dijo...

Definitivamente te creo...