miércoles, febrero 06, 2008

de simplezas a nimiedades, lo que esta escrito y nos merecemos

entre padre e hija

P. ...la felicidad es de tontos, los que piensan no se emocionan y menos por simplezas o nimiedades...
H. y la tristeza?
P. la tristeza es darle demasiada importancia a tales simplezas o nimiedades...
H. pero papá, qué son simplezas o nimiedades?
P. hechos que sencillamente deben suceder, no hay misterio, magia ni nada confabulado para su ocurrencia como todo lo que pasa en la vida
H. ni aunque asi asi con fuercita -y cierra sus ojos apretando sus punos fuertemente- pidas un deseo y se te cumpla? -el padre la mira de reojo y sonríe-
P. lo que te corresponde ya está escrito, con la vida lo entenderás y lo que no se ha escrito te viene porque te lo mereces, porque te lo has ganado...
H. m... y tu nunca te has puesto muy contento?
P. m..., no, no que yo lo recuerde pero estoy siempre satisfecho, para mi la felicidad es simplemente satisfacción
H. y triste?
P. para eso tengo menos tiempo...
H. nunca nunca papá? -piensa con su dedito en la sien recordando haber visto a su padre enojado pero jamás triste. El padre respira profundamente, gira hacia ella y le indica con la mirada que no le esté quitando el tiempo. Ella atiende la orden, pero a los dos segundos regresa-
H. papá papá, -entra sorpresivamente con un brillo en los ojos y motivada- pero en esta foto -senala con su dedito la imagen- yo pensé que estabas contento...- el padre omite girar hacia ella y anade fastidiado:
P. si hombre, uno aprende a sonreir... con estos seres humanos debes aprender a andar y tu deberás aprenderlo también-. La hija se tumba en un rincón y avienta la fotografía con un puchero en los labios.- ...anda vete ya a jugar- le dice con sus ojos clavados en el monitor de su ordenador. Un segundo más tarde gira hacia ella y ve como se aleja. La fotografía ya en el suelo con la imagen distorsionada como efecto de las lágrimas que le habían caido encima, le roba la mirada. La recoje y ya en sus manos se percata del momento, algo le estruja el corazón. Examina desde su lugar el pasillo en una mirada, pero no hay rastro de su pequena y sale de su despacho para alcanzarla y rectificar la lección. En la prisa se topa con su mujer:
M. carino, estamos por rebanar el pastel ven a cantarle anda -y mira la foto que lleva en sus manos ya danada- qué haces con esa foto?, es la unica del parto que conservamos qué le has hecho? -le interrumpe en su prisa, él le comenta en dos palabras lo que ha sucedido y ésta agrega:- pero qué dices? -se agobia.
P. lo se, dónde está?- se apresura a encontrarla.
M. el dano a esta foto es una nimiedad, una simpleza comparado con lo que acabas de hacer-. El padre fija los ojos en su mirada y con un dolor inexplicable en el pecho agrega:
P. eso, lo acabo de entender -y la deja con la fotografía en las manos dando media vuelta para buscar a su pequena. Un minuto más tarde se topa con la puerta de la entrada que ve abierta y el estruendo del colapso de dos coches en el medio de la calle y el grito avasallante de su esposa le destrozan el corazón... Ya estaba escrito, no hay más qué decir... la simpleza de dejar la puerta abierta y la nimiedad de no haber girado hacia la foto... y ahora, cómo entenderlo?... esto es "no tener tiempo"...

Elegimos cómo vivir los momentos, elegimos ver el vaso medio lleno o medio vacío pero como producto de un gran aprendizaje a través de los anos y los niveles en los que se nos han grabado las cosas. De la palabra? una puede situarte al borde del abismo, otra arrojarte y otra detenerte. Debemos aprender a usar las palabras, son en definitiva un arma de doble filo y debemos comprender su poder. La felicidad y la tristeza como estados de ánimo pueden provocarse o detenerse, pero las mismas como concepto que engloban el sentido de la existencia humana y el valor por la vida, esas son una responsabilidad magnánima de quien las transmite y esto se logra en gran parte gracias a la palabra. Se "aprehenden" a través de la formación y el crecimiento y son valores adquiridos y heredados a través de los procesos de aprendizaje. Son perspectivas desde las cuales podemos ver el mundo que nos ensenan desde pequenos y que pueden modificarse tanto para bien como para mal.

No es el mundo el que debe cambiar para que seas feliz o dejes de estar triste, eres tu mismo y tu visión de la vida los que habrán de hacerlo. Dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida, pero aún la magia universal, cósmica y el poder superior cualquiera que éste sea, hacen con ésto una magnífica y sabia excepción.

De qué está hecha la vida, si no es de una colección de momentos?
Tu decides cuánto y cómo perder el tiempo...

M

1 comentario:

Tania Campos dijo...

Simplezas y nimiedades... Creo que nada hay tan simple o tan nimio en esta vida como para no influir en lo que sucede a nuestro alrededor.

A veces son cosas simples las que nos hacen enojar, o cosas nimias las que nublan con tristeza nuestro rostro, pero no por eso dejan de ser importantes, porque tuvieron el poder para cambiarnos aunque fuera por un instante.

Un fuerte abrazo.